Culpa al bachaquero, hazle
caso al gobierno.
En Venezuela
estamos en una situación de locura colectiva. Sufrimos del gobierno más
mediocre pero a la vez muy agresivo y dueño de las instituciones. La inflación
se desborda y el ministro de economía para tranquilizar al país, le dice que no
llegará a 900% este año (si llegamos a 899% dirá que acertó). El ritmo actual de
la actividad económica se parece a la del paro. El fin de este cuento no parece
cercano. Y ante este lamentable escenario, hay sectores que plantean soluciones
a los problemas que parecen salidas de un psiquiátrico.
Sectores de la
clase media, ante el fuerte avance de los bachaqueros por sus zonas, han
decidido solicitarle a las autoridades que pidan “cartas de residencia” para
poder comprar comida y medicinas en sus municipios. Y aunque usted no lo crea,
hay políticos de oposición apoyando semejante aberración.
¿No aprendimos
lo suficiente los venezolanos con esta tragedia?
¿Por qué estas
personas piden a gritos racismo en sus zonas?
Estas personas
se organizaron para exigir “el derecho que tienen” a comprar con exclusividad en
sus zonas, solicitan que se les restringa el derecho a circular a otras
personas (a las cuales muchas por cierto llamaron “chusma” y delincuentes”), que
los subsidios continúen, pero lamentablemente no se les ocurre pensar que: 1-
están teniendo el comportamiento ante el problema que el gobierno desea que
tengan; 2- los famosos bachaqueros no son la causa del problema sino la
consecuencia; 3- deberían preguntarse si ¿no estaríamos mejor como país sin los
controles?
La actitud
cómplice y floja de algunos fue en parte las razones por las cuales en el año
1998, una parte de la población escogió a Hugo Chávez como presidente del país.
A la insatisfacción por la situación del país se unió un deseo de venganza
hacia los partidos políticos tradicionales que los llevó a la nefasta
escogencia del peor presidente de nuestra historia. 17 años después, muchos no
han aprendido la lección.
Fomentar el
odio, la división social y juntarlo con un desafortunado análisis sobre la
crisis económico es una mezcla que como sociedad hemos debido aprender desde
hace tiempo las cosas negativos que nos ha traído. Si como país no entendemos
la importancia de la libertad económica, de lo necesario que es el respeto a la
propiedad privada, a respetar los derechos fundamentales de los otros y a
comprender lo dañino que es que un burócrata sea quien decida el funcionamiento
del sistema de precios, estamos condenados a ser un país situado en un nivel
mucho más abajo que el tercermundismo.
@luisoliveros13