miércoles, 29 de junio de 2016


Plan de Ajustes FOR SALE

Empezó la temporada de anunciar programas de estabilización económica para Venezuela. Recientemente circuló por las redes sociales un informe de intenciones de un grupo de personas que trabaja para “recomendarle” desde ya un programa de ajustes a un supuesto nuevo gobierno. En este manifiesto-programa hay muchas preguntas, quejas y al final la promesa de que pronto vendrán las soluciones.

Leyendo la proclama, es imposible no preocuparse. La angustia de incurrir en los mismos errores del pasado aparecen. La idea de un nuevo gobierno meta la pata y lance por la ventana todo el esfuerzo para lograr un cambio de gobierno aterra. Sin duda surgen dudas cuando se revisa la proclama: ¿Y dónde está el tema social?, ¿Dónde queda el “minúsculo” detalle que un nuevo gobierno no solo enfrentará la crisis económica más complicada de nuestra historia, sino que tendrá que lidiar con el chavismo en la oposición?, ¿Dónde colocan la importancia de la reconstrucción institucional que tanto necesita Venezuela? Un hipotético nuevo gobierno tendrá un panorama parecido al año 1988, pero con un nivel de deterioro país de cuatro, cinco o diez veces más.  Si no se hacen las cosas, sabemos muy bien que pasó entre 1989 y 1994.

Un plan de estabilización para Venezuela es algo relativamente fácil de pensar. Los problemas, distorsiones y potencialidades de esta economía se conocen perfectamente (excepto por el gobierno actual) y han sido analizados por decenas de economistas (excepto los chavistas). Pero a esas recetas de libro de texto hay que agregar cosas como emergencia alimentaria y de medicinas (hambre, escasez), conflictividad social e inestabilidad política que deben ser atacadas como mucha inteligencia, rapidez y eficiencia.  Son momentos en que la racionalidad económica junto con la verdadera política trabajen de la mano y encuentren las soluciones a un país que necesita del concurso de todos para mejorar. Toda la ayuda que venga es bienvenida. Solo que el precedente chavista nos invita a tener cuidado, a desconfiar y a entender que la salida de la crisis la tenemos que encontrar los venezolanos.

Las promesas de la proclama incluyen universidades completas en Estados Unidos que ofrecen ayuda gratis, con tal de que Venezuela “salga de la crisis”. Esas cosas recuerdan al ofrecimiento del gobierno cubano en 1999 de ayuda gratis hacia Venezuela.

Estamos grandes para la gracia de creernos la llegada de salvadores de la patria. Mucha agua ha corrido por los puentes venezolanos como para volver a caer en cuentos. La sociedad venezolana que quiere un real cambio de país tiene que cuidarse muchísimo de no cometer los mismos errores de 1989. La soberbia, la ingenuidad y la sed de venganza son cosas que deben quedar por fuera a la hora de empezar a construir un nuevo país. La prioridad debe ser la gente, mejorarle su calidad de vida Lo que menos queremos los que hemos sacrificado mucho por quedarnos en Venezuela estos 17 años, es que quienes quieren venir hoy a “arreglar esto” lo hagan tan mal, que le devuelvan el poder a quienes generaron la tragedia actual.   

Luis Oliveros

@luisoliveros13

lunes, 13 de junio de 2016

Manos arriba, llegaron los CLAP


El madurismo inventa los CLAP tratando de copiar las misiones de Chávez y ganar un posible referéndum. ¿Les alcanzará? No parece difícil pronosticar el fracaso de este mecanismo.

Ningún país que ha intentado algo similar, mostró resultados positivos. Ni en Cuba llegaron tan lejos con la planificación central. Con seguridad muchas de esas bolsas alimentarán el mercado paralelo de alimentos. Es lo lógico. Productos que pueden venderse en 10, 20 y hasta 50 veces su valor en ese mercado, serán distribuidos por personas que tendrán todos los incentivos para realizar el arbitraje.

Los CLAP son una nueva evidencia del fracaso del gobierno anterior y del actual. Qué el legado de Hugo Chávez sea una bolsa de comida para algunas familias, mientras la pobreza y la inflación siguen subiendo peligrosamente, muestra el inmenso daño que sus políticas generaron en Venezuela.

Los CLAP no son una política social. El madurismo, al igual que el chavismo, no tienen política social. Las misiones y los CLAP son mecanismos de control, de generación de dependencia, de reparto de migajas, de chantaje, de amenaza (si no me apoyas, votas por mí y rechazas firmar en mi contra, tienes tu bolsa). No son instrumentos para mejorar de manera sostenible la calidad de vida de los más pobres. Son mecanismos para dejarlos pobres y jugar con esa necesidad. El madurismo, al igual que el chavismo, quiere a los pobres como están: pobres.

Hasta la encuestadora Hinterlaces confiesa que solo el 20% de la población se ha visto beneficiada por los CLAP. Eso significa que hay una cantidad muy grande de personas y familias que están por fuera del beneficio. ¿Como pretende el madurismo captar nuevos votos y voltear su popularidad si solo benefician al 20%?

Los cuentos y cuentas sobre la fulana bolsa son nefastos: 1- en un sitio suspendieron la entrega por "culpa de la OEA" 2- En otro sitio la bolsas fueron entregadas incompletas, "es el aporte de cada familia a los camaradas de los consejos" les explicaron; 3- Las bolsas se cobran al doble o triple de su valor y solo se puede pagar en efectivo (buena forma de esconder la corrupción); 4- ¿cuantas proteínas contienen la bolsas?, la gran mayoría 0 proteínas. 5- La bolsa es estándar, lo que significa que a una familia de 5 miembros debe rendirla el mismo tiempo que a una de 3. 6- No hay ninguna certeza que la entrega de la bolsa esté garantizada. 7- En varios medios de comunicación está prohibido criticar los CLAP, amenaza directa desde Miraflores.

Los CLAP son una nueva forma de utilizar los recursos del estado con total discrecionalidad, fomentando un modelo social que transmite (y premia) la falta de valores. Como nos han acostumbrado estos últimos dos gobiernos, la gran ausente será nuevamente la transparencia.

Los CLAP son para el madurismo lo que fue CADIVI para el chavismo en términos de corrupción y de enriquecimiento rápido de "camaradas". Los CLAP son un robo que hace un mal gobierno para que seguir en el poder, para que una élite siga destruyendo Venezuela.

@luisoliveros13