viernes, 8 de abril de 2016


La vida es bella, ¿para un padre en Venezuela?

Hoy no hablaré de economía.. me disculpan.

Papi, ¿por qué mis amiguitas se van del país?, ¿Cuándo nos vamos nosotros?, me preguntó Martina hace unos días en el desayuno.

Papi, esa sábana en el piso de la calle, ¿Qué significa?, ¿por qué hay tantos policías alrededor de ella?, Princesa es que un señor se cayó y lo están ayudando a levantarse. Estaban jugando.

Papi, ¿por qué en el abasto siempre hay tanta cola?, Mi vida porque a la gente le gusta ir porque allí se divierten, hablan y la pasan bien.

Papi, ¿por qué nunca puedo llevar los vidrios abajo?, Mi cielo porque así podemos oír mejor la música que a tí te gusta y “nada feo” se mete por la ventana. 

Papi, ¿por qué siempre tenemos que irnos de las piñatas antes que sea de noche?, Hija porque es mejor irnos a la casa con sol y así podamos jugar juntos.

Papi, ¿Por qué siempre nos montamos en el carro apurados cuando estamos en la calle?, Princesita porque a veces hay monstruos en la calle y hay que montarnos rápido antes que nos agarren.

Papi, ¿Por qué no hay agua?....

Papi, ¿por qué cuando vamos a Barquisimeto la luz se va tanto?..

Papi, ¿por qué Maduro grita tanto y dice malas palabras?, bueno hija recuerda que hay gente buena y mala.

Rezo porque no vea linchamientos, tiroteos o simplemente una pelea por comida en una cola.

Mi hija tiene 3 años y lamentablemente a tan temprana edad no puedo explicarle con toda la verdad la realidad del país en la cual ella vive y nosotros sus papás intentamos no solo sobrevivir, sino también tratar que a ella ese “riesgo país” no le afecte mucho (imposible lograrlo completamente).

La vida es bella fue una película italiana de 1997 (ganadora del Oscar), en la cual un judío italiano utiliza su imaginación para proteger a su pequeño hijo de los horrores de un campo de concentración nazi. La Venezuela de hoy no es muy diferente, es una tragedia, es un horror, es la consecuencia lógica de dos gobiernos que para nada estuvieron enfocados en hacer el bien, en generarle bienestar a la sociedad, sino es mantenerse en el poder y hacer lo que les diera en gana con las instituciones.

La Venezuela de hoy es un enorme reto para los padres que a diario tenemos, no solo que proteger a nuestros pequeños hijos de la inseguridad y escasez, sino tratar de mostrarles una cara muy diferente de esa realidad, buscando que a tan temprana edad no les genere problemas psicológicos.

Hoy la pregunta que uno como padre se hace es ¿merecen tus chamos criarse en este país?, ¿vale la pena que aprendan de la mediocridad de un gobierno que no aporta nada positivo en su crianza?, ¿Qué vean como natural el asesinato, el secuestro, el malandraje y la corrupción?, ¿Qué lo que vean de la dirigencia en el poder sean groserías, subdesarrollo y los nefastos efectos de una izquierda atrasada?

Los efectos negativos que como sociedad estamos cosechando serán mil veces más difíciles de curar que la tragedia económica. Chávez y su combo han sido una especie de Caballo de Atila para nuestra sociedad. El legado cambió a Venezuela para algo solo comparable a Somalia y lo peor es que la involución no solo continúa, empeora con cada día que pasa. Increíble pensar que el tan temido y lamentable nivel Cuba (en el declive), lo pasamos hace un buen tiempo (allá no hay inseguridad, ni pranes en las cárceles, por ejemplo).

Mientras tanto, los padres tendremos que seguir haciendo de Guido Orefice, esperando con esperanza que esta desgracia termine o seguir el camino de muchos otros que prefirieron irse de este país para que sus hijos tengan una vida normal.

@luisoliveros13

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